Milano

Seguimos de «Sciopero» (huelga) y ocupación de las aulas. Ya lo intuía después de las manifestaciones de ayer cuando se aprobó el decreto Gelmini por el que está convulsa toda Italia. Pero hoy he venido preparado con el portátil y he aprovechado para conectarme a internet que, últimamente, me abre al mundo y me evade a la vez. Puedo decir que ya lo comprendo casi todo, incluso ayer estuvimos viendo una película en italiano que cogí prestada de la biblioteca: «Una settimana da Dio» (Como Dios), pero aún siento que no sé qué pasa en el mundo. Es como si apagamos la TV ni leemos el periódico durante dos semanas. Sientes que pasa algo de oídas pero no terminas de asimilarlo. Vivir en una burbuja. Y a todo esto se suma que las noticias de Italia me resultan lejanas, como si no estuviera aquí, y las noticias de España no las conozco, y me parece que aún estoy en Sevilla, en un barrio que no conocía.

De hecho el lunes vino la madre de Rocío y ahora está con nosotros durante tres semanas. Ella también ha decidido viajar por tierra firme, ferrocariles, hasta la mismísima Florentia. Pero fuimos a recogerla a Milano para que no tuviese problemas con el idioma.

La ciudad no es que tenga mucho que ver pero a nosotros nos ha «piaciuto» mucho. La estación de trenes es un edificio imponentísimo, una mole hecha por Musolini para gloria del fascismo, pero que es verdaderamente impactante a primera vista, aunque de obras para modernizarla y que llegue a ser una gran central de trenes.
Il Duomo (catedral en italiano) es verdaderamente maravilloso. Es la segunda catedral católica romana más grande del mundo, por detrás de la de Sevilla (La Basílica de San Pedro en Roma no es catedral). En las puertas de bronce de la fachada están esculpidas escenas de la vida de Jesús y María, impresionantes, y los cientos de agujas y esculturas confinan un monumento repujadísimo y delicadísimo a la vez. Digna de visitar.
Después visitamos las Galerías de Victorio Enmanuel II, que fue el primer edificio de Italia en poseer estructuras de vídrio y hierro en la arquitectura. El suelo está decorado con mosaicos y, reza la leyenda, que aquel que pisa los genitales de tauro tiene buena fortuna. Así están los pobres, que tienen un agujero inmenso y nada de partes nobles XD. Y por último fuimos dando un paseo por el teatro «La Scala», el más famoso e importante de Italia, y las tiendas de moda. Para quien no lo sepa, Mediolanum es la capital de la moda masculina, espero que se me haya pegado algo!!!!

En otra ocasión veremos el fresco de Da Vinci de la última cena, que está en la iglesia de «Santa Maria delle Grazie» y que pillaba un poco lejana del centro. Y por lo demás no tiene mucho más que ver. Es una ciudad muy importante en materia de industrias y finanzas, y es sede de la bolsa italiana.